Lazaro Alvarez campeón mundial actual.

Lázaro Álvarez Estrada y la suerte del espejo
Con apenas nueve años de edad, el primer campeón mundial de Cuba en el 2011 auguró un futuro luminoso en el boxeo
10:45 Rudens Tembrás Arcia. Foto: Juan Pablo Carreras. / 25-12-2011
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Se dice con razón que los niños no mienten, cuentan lo que sienten o piensan sin más ni más. Sin embargo, lo del púgil pinareño Lázaro Álvarez Estrada roza lo fantástico, pues tras lograr el permiso de su padre para boxear le dejó como gratitud una singular promesa que haría realidad varios años después.

“Campeón Mundial” escribió el pequeño de nueve años sobre un fracturado espejillo que su progenitor ha conservado todo este tiempo, hasta releerlo con particular emoción el día que su hijo se coronó en el Campeonato Mundial de Bakú, y dio a Cuba el primer monarca universal de la temporada 2011.

Nacido en un pueblo conocido como La Cooperativa, en San Juan y Martínez, Lázaro practicó atletismo y balonmano antes de elegir el boxeo, animado sobre todo por su primer entrenador, Raúl León.

Su paso por los Juegos Escolares Nacionales en la categoría 13-14 años no dejó grandes dividendos, pese a la atención del profesor Cosme Punciano, pero en el debut como 15-16 se llevó la medalla de oro en los 50 kg y una promoción a la entonces ESPA Nacional.

“Me recibió el profesor Aroche y a los tres meses asistí a un torneo en Volgogrado, donde no llegué al podio pero competí bien. Tiempo después gané plata en el Mundial de Cadetes 2007 y al año siguiente asistí al campeonato del orbe juvenil en Guadalajara”.

Allí la historia fue muy diferente…

“Salía como favorito al oro y perdí. Casi todos mis compañeros ganaron medalla y yo no. Sufrí aquello como tres meses. Me confié, faltó concentración táctica y cuando me vi debajo no supe qué hacer. La derrota fue más psicológica que otra cosa”.

No obstante, te llamaron a la famosa Finca del Wajay…

“Entré al equipo nacional con el propósito de superarme, con la voluntad de mejorar mi rendimiento. Veía a la selección olímpica de Beijing 2008 y sentía el anhelo de estar algún día en esa posición. Poco después el profesor Julio Mena me eligió y fui demostrando mis posibilidades de ser un gran campeón.”

¿Ganar el torneo Batalla de Carabobo 2010 abrió el camino?

“Ocurrió en mi primer evento internacional como parte del equipo nacional. Fui el único campeón de Cuba. Ya en el 2011 dominé el clasificatorio panamericano, de nuevo el Carabobo y solo perdí la final de los Juegos del ALBA ante el venezolano Ángel Rodríguez. En mi peso había gran rivalidad, los técnicos dudaban, me lesione durante semanas y no pude probar mi buena forma hasta el final”.

El triunfo en el Mundial de Bakú sorprendió a casi todos…

“Cuando me eligieron reaccioné tranquilo, sin presión, porque ya los técnicos y yo sabíamos que estaba listo. Asistí a un Mundial fuerte, clasificatorio olímpico y con récord de inscritos, pero me concentré en cada pelea, observé a los rivales y las cosas salieron hasta que se escuchó el himno nacional. No puedo identificar a un contrario como el más difícil, pues todas mis victorias fueron estrechas”.

¿Los Juegos de Guadalajara parecieron más fáciles entonces?

“No subestimé a nadie porque los púgiles del área tienen estilos parecidos al nuestro. Ya era campeón mundial y quería mantener el prestigio y aportar al medallero de Cuba. Jamás había integrado una delegación tan importante, no conocía el sabor de un título así”.

¿Campeón mundial y panamericano antes de ganar en Cuba?

“En el Playa Girón del 2008, siendo aún cadete, perdí por plata ante Yankiel León; en el 2009 me derrotó Yoandri Salinas en una pelea tremenda, y a las dos últimas ediciones llegué lesionado. No he tenido suerte. Fue una lástima faltar a Pinar del Río hace unos días, ya que añoraba ganar mi primer título nacional en casa”.

¿Cómo miras hacia los Juegos Olímpicos de Londres 2012?

“Quiero prepararme muy bien y dedicarme por entero a cumplir el compromiso de ganar el oro, porque Cuba lo espera y lo necesita”.

Una de las críticas a los boxeadores cubanos de la actualidad es la inestabilidad. ¿Crees poder mantenerte en la élite?

“Lograrlo parte de entender la responsabilidad que tienes y entrenar más y mejor, porque todos querrán ganarte por ser el campeón. La preparación debe convertirte en una verdadera estrella”.

Para el próximo ciclo olímpico la AIBA anuncia cambios, entre ellos quitar la cabecera… ¿Cuál es tu posición al respecto?

“Soy joven, tengo mi mente en Londres, así que no he pensado mucho en lo demás. Ya veremos qué viene y cómo cumplir con el país. Confío en la Federación Cubana, haré lo que ella decida”.