Son los boxeadores la solucion a la figura del promotor?

Como podríamos manejar el boxeo sin la figura del promotor.

Muchos foristas aquí se han quejado de la figura del promotor, pero he estado pensando, y si no es el promotor, quien trabajaría esa posición.

No cabe duda que el promotor a veces tiene tanto poder y vela por su negocio de tal manera que en ocasiones, por las disputas entre ellos, se ven afectada algunas peleas que nos gustaría ver.

Pero el boxeo, por ser un espectáculo, necesita una persona que monte el show, que tenga el personal para que trabaje con la logística, la permisologia, la parte legal, y principalmente, que coloque el dinero en juego para montar el show.

No es la flecha, es el indio., así decimos acá cuando estamos en una cancha de basket y uno de los jugadores no juega a nivel, no es la flecha, es el indio. Podemos ese dicho pueblerino para aplicarlo al boxeo, más directamente al púgil, no es el promotor, que es el boxeador.

Los boxeadores, en busca de fama y fortuna firman profesional, y para ser beneficiados por encima de otros, sus manejadores y ellos se ponen en manos de los promotores. Se confecciona un contrato, se estudia, si las partes están de acuero, se estampa la firma.

Es compulsorio tener un promotor? No, no lo es, de hecho, hay más boxeadores sin ataduras profesionales con promotores que aquellos que las tienen, pero en teoría, la cuesta es aún más empinada para llegar a donde se quiere llegar, a tener fama y fortuna.

Si los boxeadores se fueran a representar a sí mismo, tendrían que negociar sus peleas con otros promotores, y a la postre están en manos de los promotores. Existe otra posición, podría ser el boxeador su propio promotor, como lo fue De la Hoya, Hopkins, Mayweather y ahora Cotto.

Recuerdo cuando Oscar de la Hoya anuncio Golden Boy Promotion, entro con una filosofía bastante atractiva, una especie de gremio que sería compuesto por los mismos púgiles. Enseguida conto con los servicios de Hopkins, Mosley y Barrera, pues el primero que dio la voz de alerta fue Barrera, acusando a De la Hoya de hacer lo que los otros promotores hacían. El tiempo nos demostró que los promotores boxeadores no son menos mezquinos que los de cuello y corbata, y la práctica sigue siendo bajo el manual de los Don King y los Arum de la vida.

Hoy Gamboa se ha desligado, parcialmente, de Top Rank Promotion, para crear su propia agencia de promoción, donde seguramente colaborara con otras compañías promotoras, incluyendo Top Rank. Para ser una compañía promotora, y convertirse en promotor, valga la redundancia, tendrá que buscar talento boxístico, para crear sus propias carteleras, como lo hace Floyd, Hopkins y Cotto. Casualmente Cotto, que es dueño de Cotto Promotions, tiene firmado al Artesano Cruz, pues ya se cuela por los pasillos que Cruz no se siente del todo contento con Miguel Cotto por asuntos económicos y de actividad boxística.

Parece que a la postre solo hay una manera de manejar este negocio, al final todos se quejaran, y me parece que una forma de minimizar estos descontentos y estas roturas contractuales es ser precavido a la hora de firmar un contrato, leer el mismo de principio a fin, leer las letras pequeñas y asesorarse con un experto en la materia, para asi estudiar minuciosamente el mismo, de existir algún desacuerdo, redactar unan vez mas las partes hasta llegar a un total y absoluto acuerdo.

En ocaciones hay peleas que no se dan, y nos quedamos con las ganas, pero no siempre es culpa del promotor, de hecho, yo creo que los promotores tienen ojo para crear los grandes eventos, pero estos se hacen basados en una estrategia comercial. Cuando Cotto comenzó, se estaba cocinando la posibilidad de enfrentarlo a Panchito Bojado, no tenían 10 peleas y ya se hablaba de esa futura pelea, una de corte millonario. La pelea no se dio porque Bojado opto por una disciplina antideportiva, muy en contra de los consejos que De la Hoya le dio para que encarrilara su vida. Otra pelea que no se dio fue Juanma López vs Gamboa, esta estuvo aún más cerca de darse, las bolsas se estimaban en siete dígitos, pero no se dio porque López perdió ante Salido.

Por una pelea que se cae, se logran efectuar muchas más, pero existe un factor nuevo, la guerra entre promotores. Arum está peleado con Oscar de la Hoya, y aunque se han dado algunas carteleras donde ambos promotores se han asociado, también existe la tirantez, obviamente cada cual protegiendo su finca. Pero esto no es de ahora, en el pasado sucedió con Don King y Bob Arum.

En síntesis, no es lo mismo llamar el diablo que verlo venir, vamos a ver si aquellos que hoy piden justicia como boxeadores no se convierten en lo que ellos acusaban a los promotores de los que decidieron separarse, vamos a ver si no terminan dándose un tiro en el pie.

Me parece que todo el mundo tiene el derecho de progresar, y en un sistema capitalista, siempre y cuando estes en ley, tienes derecho a tener lo tuyo, y el cielo es el límite. El empleado panadero tiene el derecho a tener su propia panadería, el empleado carnicero tiene el derecho a tener su carnicería, y porque no, el boxeador tiene el derecho de tener su propia compañía promotora, pero como dice el dicho, no es lo mismo con guitarra que con violín, y si parte desde la estrofa, “para hacer justicia”, esto puede revertirse, por el amor al dinero, y terminar siendo otro Bob Arum de la vida.

Zapatero a su zapato!!!!