La derrota que cambió a Klitschko

Por Dan Rafael
ESPN.com

El campeón de peso pesado Wladimir Klitschko había terminado su entrenamiento del día hace aproximadamente dos semanas, pero en lugar de usar su tiempo libre esa tarde para relajarse en su campamento en las montañas austríacas, se puso a ver un video de una de sus últimas peleas para estudiarlo de nuevo.
Él ha visto ese video muchas, muchas veces y nunca quiere olvidarlo. Quiere recordarse de todos los detalles. Pero ni siquiera es realmente necesario para él para verlo más porque todo está implantado en su memoria para siempre.
No fue un video de una de sus muchas defensas dominantes de título, ni tampoco era un video de uno de sus nocauts sensacionales. Él no lo estaba viendo porque pensó que tal vez el oponente en ese video podría boxear en un estilo similar a la del contendiente búlgaro de 33 años de edad Kubrat Pulev (20-0, 11 KO), retador obligatorio a quien Klitschko enfrentará en la 17ma. defensa de su segundo reinado, el sábado (HBO, 16:45 ET / PT) en la primera pelea de un nuevo contrato de tres peleas con HBO en el estadio O2 World de Hamburgo, Alemania.
No, Klitschko estaba revisando nuevamente un video de su derrota más desgarradora, una derrota por nocaut en el quinto asalto ante Lamon Brewster en una pelea por un título mundial vacante en Las Vegas hace una década. Era el 10 de abril de 2004. Klitschko lo recuerda como si fuera ayer.
Él estaba aplastando a Brewster, desfavorecido 11 a 1 en las apuestas, con facilidad. Él lo estaba batiendo de un lado para el otro y lo derribó en el cuarto asalto de una pelea completamente unilateral. Pero entonces, de la nada, Klitschko se quedó sin gasolina y cayó bajo una andanada de golpes cerca del final del quinto asalto. No estaba realmente agolpeado, pero estaba tan agotado que apenas podía moverse y el árbitro detuvo la pelea, otorgando el sorpresivo triunfo a Brewster.
Klitschko (62-3, 53 KO), quien había sufrido la tercera derrota por nocaut de su carrera -- segunda en 13 meses -- parecía mentalmente destrozado tanto como él estaba físicamente exhausto. Fue dado por liquidado por casi todo el mundo después de la vergonzosa derrota.
Tan horrible momento como lo fue para Klitschko, él nunca quiere olvidar ese sentimiento así aun cuando él ha forjado uno de las más grandes carreras de todos los tiempos en el peso pesado, durante la cual se vengó de la derrota ante Brewster tres años más tarde en una paliza en el sexto asalto de una pelea unilateral para retener el título que había ganado cuatro peleas después de perder ante él.
"Yo estaba viendo la transmisión de HBO de mi primera pelea con Brewster, que perdí, y los comentaristas decían que hasta ahí llegué como contendiente de peso pesado. Se acabó", dijo Klitschko a ESPN.com. "La gente dijo que no tenía barbilla, resistencia, corazón, nada. La gente tal vez se olvidó de esa pelea y lo que se dijo acerca de mí después, pero yo no. Nunca lo he hecho. Es mi motivación. Cada vez que peleo quiero demostrar a la gente el mucho talento que tengo y lo mucho que tengo en mi arsenal que no demostré esa noche.
"Voy a estar agradecido de Lamon Brewster hasta la tumba. Fue una gran experiencia. Yo no cambiaría nada. La pelea fue fantástica. Por cuatro asaltos estaba ganando fácilmente y lo que pasó no importa. Pero fue una experiencia fantástica. Cuando miro esta pelea me da esa motivación y frescura. No he terminado con de pagarla. Estoy refutando de nuevo a todos los que dijeron lo que dijeron sobre mí después de esa pelea. Mi ego es muy grande como atleta. Es todo sobre refutarlos".
Klitschko, de 38 años, de Ucrania, ha ganado 20 peleas seguidas desde que perdió ante Brewster y se ha establecido como uno de los grandes de todos los tiempos. En el 2006, él destrozó a Chris Byrd en una victoria por nocaut en el séptimo asalto para reclamar un título mundial, ha unificado tres cinturones grandes y es dueño del título lineal.
Él ha sido intocable desde entonces. Olvídese de perder peleas. Klitschko, quien se ha enfrentado a todos los interesados, apenas ha perdido asaltos durante su reinado 8 1/2 años, que es la segunda más larga en el peso pesado en la historia sólo detrás de reinado del gran Joe Louis , de 11 años, 8 meses, 8 días.
Las 16 defensas consecutivas de Klitschko ocupan el tercer lugar de todos los tiempos en la historia de peso pesado sólo por detrás de las 25 de Louis, el récord de todos los tiempos para cualquier división de peso, y las 20 de Larry Holmes.
Sin embargo, Klitschko sigue obsesionado con la derrota ante de Brewster a nombre de refutar a todos.
"Me quedé sin gasolina. ¿Cómo o por qué? No tengo una respuesta para usted ", dijo Klitschko. "Yo estaba sin gasolina. Lamon siguió empujando. Tengo un gran respeto por él. Ganó y se convirtió en campeón. Voy a estar agradecido de Lamon hasta que muera. Es algo que cambió mi vida. No estoy seguro de lo que me hubiese convertido si hubiese ganado. Esa pelea cambió mi vida para bien.
"Todas las críticas que recibí, me acuerdo. Recuerdo personas que me dieron la espalda. Era algo que tenía que enfrentar en mi vida. Luego las cosas cambiaron tremendamente. Yo sabía que podía perder mi carrera deportiva si no cambiaba. Yo mismo me entrené en cierta manera después de eso".
La decisión de Klitschko para ver la pelea de Brewster r una y otra vez comenzó como un pensamiento fugaz. Él había estado observando varias peleas de Muhammad Ali, Mike Tyson, Lennox Lewis y Thomas Hearns.
"Entonces usted se olvida de mirarse a sí mismo. Estoy pensando, '¿Cómo puedo mejorar?' Usted puede no mejorar con sólo mirar a los demás, pero mirándose a sí mismo", dijo. "Así que yo estaba estudiando mis errores en esa lucha." Esa pelea con Brewster fue la primera pelea de Klitschko con el gran entrenador ya fallecido, Emanuel Steward. A pesar de que Klitschko, quien ahora es entrenado por el discípulo de Steward, Johnathon Banks, cambió gran parte de su equipo en la estela de la derrota, mantuvo a Steward y quien le ayudó a Klitschko en moldearse en la máquina ganadora en que se ha convertido.
Klitschko es sin igual y quiere que siga siendo así. Ali tenía a Joe Frazier como un gran rival. Hearns tuvo Sugar Ray Leonard. Klitschko no está interesado en tener uno. Le encanta que sus peleas son totalmente unilaterales.
"Yo no quiero tener un rival. Quiero rodar sobre mi rival natural, quienquiera que sea. Quiero acabar con él antes de que levante su cabeza ", dijo Klitschko, medallista de oro en el peso súper pesado en los Juegos Olímpicos de 1996. "Quiero superar a esa persona, Pulev y todos los demás con quienes pelea. No quiero darle la oportunidad de hacer cualquier cosa y quiero noquear a mi oponente cada vez que quiera.
"Entiendo mis peleas pueden ser aburridas, pero al final del día se trata de durar tanto como Bernard Hopkins (49 años) ha durado. No se puede ser fan de él. Mi objetivo es tener tanta salud como Bernard Hopkins. Y mi otra meta es que ninguno de mis rivales me toque y que serán noqueados. Yo soy el dictador en el ring. Yo no voy a darles una oportunidad de tocarme".
Esa mentalidad se deriva de lo que pasó contra Brewster. Klitschko tuvo la satisfacción de derrotarlo en una revancha, en la que Klitschko se fracturó la mano izquierda, pero ganó fácilmente de todos modos.
Él dijo que la derrota le hizo quien es hoy en día camino a otra defensa del título, originalmente programada para el 6 de septiembre pero aplazada porque Klitschko sufrió un desgarre en el bíceps izquierdo durante una sesión de entrenamiento dos semanas antes de la pelea.
"Esa pelea fue por completo el punto de inflexión de mi vida, no sólo de mi carrera, pero mi vida", dijo Klitschko. "He cambiado la manera en que yo quería hacer las cosas. No hay manera en que yo sería campeón hoy sin esa derrota. Llegué a conocer el otro lado de la manera más dura".
Es un lugar en el que Klitschko nunca quiere volver, pero es muy feliz de recordarse a sí mismo de todos los días.

Desconocía esa pelea y ese pensamiento de este sólido y gran campeón, es una muestra de que se aprende más de las derrotas que de las victorias...

Y a partir de ahí estoy seguro que este púgil se reinvento, y redoblo esfuerzos en disciplina, disciplina y más disciplina, y ahí están los resultados...