¿Estamos preparados para la derrota?

Cierto que lo dominaron en toda la línea, pero me parece que hay que asumir la derrota de uno de los nuestros sin querer hacer leña del árbol caído, sin degradarlo, sin caerle a palos porque está en el piso. Depaigne hizo cuanto pudo sin rendirse, usó todas las herramientas que estaban a su alcance, puso todo su corazón. El ring es así, durísimo. Me sorprende que de los criterios que he leído, sólo unos pocos, y entre esos pocos, uno de quien no es cubano, hayan hecho justicia a la actuación de Despaigne. Cuando los cubanos reaccionan así con esa dureza contra uno de los suyos que ha caído, sean las razones que sean, no está haciendo otra cosa que darle la razón a quienes dicen que no estamos preparados para la derrota. Sillakh demostró que boxea mucho más que el nuestro, que está listo para cosas grandes, pero por lo mismo, por esa calidad de Sillakh, es que no puede considerarse un descalabro mayúsculo la derrota de Despaigne. Al nuestro no creo que se le haya ido la última guagua ni mucho menos, tiene que levantarse, tal vez lo pueda lograr solo, pero con nuestro repudio será más difícil, créanme. Yo por mi parte me siento más decepcionado por el ensañamiento de ciertos foristas contra Despaigne que por el resultado de la pelea, y brindo por Despaigne, aunque allá perdido porque, más allá del modo en que lo haya hecho, lo dió todo encima del ring como buen cubano.

De Cubas jugó y perdió. A no ser que hubiese otra cosa, él como promotor debería tratar a Despaigne como una inversión y cuidarla. Para mí la pelea estaba bien cazada, por razones que ya expliqué en su momento; claro, yo no soy promotor, a mí nadie va a venir a decirme que me equivoqué; algún que otro forista que recuerde mi opinión, tal vez. El problema es que en el boxeo uno no puede hacer un bluff, cuando juega tiene que estar seguro de tener las mejores cartas, o al menos asegurarse de tenerlas. ¿Cómo es eso de cambiar de entrenador en una fecha cercana a un combate así importante? Por las razones que fuese, no hizo otra cosa que anular las pocas posibilidades que tenía el cubano. Quizás pensó que un entrenador de más experiencia en la esquina garantizaría una victoria, eso indica que, de boxeo, De Cubas sabe menos de lo que demuestra. Esas improvisaciones nunca salen bien, aunque se gane. Si pensaba cambiar de entrenador ¿por qué no lo hizo antes? Por momentos pareció que Despaigne se adaptaba al estilo del ruso y entonces podía contragolpear al rostro con el hook de izquierda, sobre todo porque Sillakh repite bastante el upper de izquierda a las costillas y deja descubierto el rostro, eso se veía desde los combates anteriores, y cuando esto pasaba, aunque Despaigne pega menos que la saliva, el tipo echaba para atrás. Es decir, que Sillakh con toda la técnica que tiene, con todo lo colosal que se presentó, no se mostró intocable y tenía sus vulnerabilidades. Igual sucedió las pocas veces que el cubano se cubrió la cara con los guantes, Sillakh entraba con su upper abajo y Despaigne le cogía el tiempo y lograba conectarle. El plan de pelea del cubano fue hacer el toro, el mismito que había hecho contra Paines, pero Paines era más pequeño que él y ciertamente se veía con menos capacidad física (size). El jab de Despaigne desaparecido, contra un tipo al que tenía que mantener a distancia para que no entrase y saliese como lo hacía. No sé en cuanto alcance pero la estatura de Despaigne era similar a la de su rival, de modo que el jab podría haberlo lanzado más, combinarlo con ese upper cut de izquierda que el tira con impulso, que el ruso no le tiene. No es optimismo barato, creo que a Despaigne no lo prepararon para un rival como éste, al menos no como debían. Así cualquiera pierde una apuesta.