¡Fulminante, espectacular!

Destructor escribió:excelente nota periodistica... felicidades al autor...

Castillo escribió:Márquez espectacular
¡Fulminante!
Norman Castillo

En la penúltima estrofa del himno mexicano dice: “¡Patria! ¡Patria! Tus hijos te juran exhalar en tus aras su aliento, si el clarín con su bélico acento, los convoca a lidiar con valor: ¡Para ti las guirnaldas de oliva! ¡Un recuerdo para ellos de gloria! ¡Un laurel para ti de victoria! ¡Un sepulcro para ellos de honor!”. Nadie lo entendió mientras lo cantaba; y aunque pudo quedar opacado por la desastrosa interpretación de Ana Bárbara, su significado fue todo un presagio.

Fue tan destructivo el golpe con el que Márquez fulminó a Pacquiao, que el filipino cayó como alcanzado por un rayo, en seco. Una derecha corta y explosiva que llevaba, eso sí, toda la potencia que al girar el cuerpo en sincronía con el golpe da. Si le sumamos a eso, que el golpe se encontró con la mandíbula de un rival entrando en una ofensiva sin miedo, confiado en su capacidad de agresión y potente golpeo, pero expuesta, tenemos la fórmula perfecta para una demolición de la magnitud que se presenció el pasado sábado en el MGM de Las Vegas.

Hasta antes del escalofriante desenlace, tenía a Pacquiao arriba en las tarjetas por dos puntos; y lo veía perfilarse hacia un pronunciado dominio de la segunda mitad de la pelea, porque luego de superar una aparatosa caída en el tercer asalto, se levantó para devolverle el favor a su rival dos rounds después; y me pareció que a partir del cuarto asalto, se había establecido en el ring utilizando la distancia necesaria para la realización de sus movimientos laterales, ya no tan felinos, pero todavía electrizantes y también mayor constancia en sus retrocesos y regresos para formular su ataque.

Márquez sangraba por la nariz y sufría por un corte en su tabique nasal. Pese a eso, daba la impresión de estar repasando en su disco duro todo lo que aprendió de las tres peleas anteriores con el filipino y apuntar todo lo que pudiera captar de su rival esa noche para poder colocar sobre el tapete el atrevimiento y determinación que se requiere para domar a un miura.

Sobre una derecha disparada por Pacquiao que se quedó corta en un ataque relampagueante y frontal, llegaba con una milésima de atraso pero con el mensaje macabro, esa derecha en recto de Márquez que Pacquiao jamás vio llegar; y el filipino se derrumbó como cuando una construcción es dinamitada, cayó como partido por un rayo, inconsciente, desconectado. El referee Kenny Bayles ni siquiera intentó contarle, todo estaba consumado.

Faltaba un segundo para terminar el sexto asalto, round que Pacquiao ya tenía en su bolsillo. Sin reacción por más de dos minutos y la imagen devastadora de su esposa desesperada por acercarse a él, Manny Pacquaio por fin regresó del mas allá para el alivio de todos.

En la última estrofa del himno de filipinas dice: “Tierra de dichas, de sol y de amores. En tu regazo dulce es vivir; es una gloria para tus hijos, cuando te ofendan por ti morir”. Y así sucedió.

lazaromartinez escribió:muy buena obra de arte al forista,pero la obra de mas valor la tuvo juan manuel marquez el sabado.los fanaticos del filipino todavia no pueden conciliar el sueño.el diazepan y el meprobamato son muy buenos sedantes.